Tu Propuesta de Valor y por qué es importante para tu emprendimiento

 
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Imaginá que estás en un evento de networking. Uno de esos que parecen más de “citas rápidas” que de negocios. En estos eventos, lo más importante es dar una buena primera impresión para que se acuerden de vos.

Si estuvieras en uno de estos eventos y te piden que expliques a qué te dedicás en 30 segundos, ¿qué dirías?

Probablemente te costaría un poco formular una oración decente que resuma TODO lo que hacés en tu negocio. Porque, seamos realistas, en estos momentos hacés prácticamente que todo en tu negocio. Entonces ¿cómo decirlo en pocas palabras para que otros entiendan?

Lo primero que quiero que tengás claro es un principio básico en la comunicación: Somos facilitadores de nuestro mensaje. Nuestro único propósito al comunicar, es que la otra persona entienda lo que estamos tratando de decir. Entre más sencillo comuniquemos el mensaje, mejor.

Ahora, con respecto a la pregunta: ¿a qué te dedicás?

Podríamos decir cualquier cosa. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esta pregunta se refiere a tu propuesta de valor.

Si esta es tu primera vez leyendo esta palabra, no te preocupés, yo la aprendí a la fuerza cuando me lancé al agua del emprendimiento.

La propuesta de valor es un término que se utiliza para explicar qué es lo que hace una empresa y cuáles son sus beneficios para el cliente.

Una propuesta de valor puede tener muchas partes. Puede ser un párrafo pequeño o tener viñetas adicionales explicando otros beneficios, como en el ejemplo de abajo.

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Personalmente creo que entre más clara y concisa sea, es mejor para vos y para tus futuros clientes. Pero para dejártelo todavía más fácil, te comparto la fórmula que yo siempre utilizo con mis clientes y que nos sirve de maravilla:


Qué hacés + para quién lo hacés + por cuáles medios

=

Propuesta de Valor

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El orden de los factores no afecta el producto. Es decir, no importa que digás quién es tu cliente antes de lo que hacés o antes de los medios por los cuáles servís a tu cliente. Lo que importa es que quede claro para quien lee o escucha esta frase.

Saber cuál es tu propuesta de valor no solo te ayuda a explicarle fácilmente a otros qué es lo que hace tu emprendimiento, también te ayuda a explicárselo a tus clientes ideales.

Por ejemplo, si tenés claro lo que ofrecés, esto es lo primero que vas a poner en tu sitio web. Teniendo en cuenta el principio de “facilitar el mensaje”, tener la propuesta de valor clara en la página de inicio de tu sitio, le simplifica la tarea a tu posible cliente de saber si lo que hacés le sirve. Si al cabo de leer esa frase, no se siente atraído por lo que ofrecés, entonces no era tu cliente ideal.

La propuesta de valor no es algo que se pone en las paredes de tu oficina como antes se ponían la misión y la visión. Sin embargo, tenerla definida te ayuda mucho a la hora de escribir el copy de tu sitio web, las descripciones de biografía en redes sociales, etc.

De hecho, en redes sociales, siempre digo que la propuesta de valor se va construyendo poco a poco. Cada publicación debe aportar para que el cliente se vaya haciendo una idea de lo que hace la empresa. Cada posteo debe dejar todavía más claro lo que hace tu negocio y por qué lo hace.

En definitiva, la propuesta de valor no es sólo un término de marketing. Saber qué ofrecés y poder decirlo con facilidad te ahorrará dolores de cabeza y te acercará a más clientes potenciales.

Ahora es tu turno diseñar tu propia propuesta de valor. Cuando la tengás lista, me encantaría verla en los comentarios aquí abajo 👇🏻

<3 Ana Lu